Fragilité

Con motivo de la VI edición de The Venice Glass Week, el próximo mes de septiembre, Lucía Vallejo, que ya estuvo presente en 2011 con una instalación en el Palazzo Polignac, pretende volver a Venecia para volver a interactuar con “la materia del vidrio”.
Lucía Vallejo, como en el caso de la serie Fragilidad del alma (2021), integra el vidrio en la escultura durante el proceso creativo. La artista quema retazos de tela en el calor del proceso de trabajo, lo que altera su estado, sublimándolos en otra forma de vida.

Las obras de Lucía Vallejo son discos de vidrio macizo en los que la artista ha capturado la vida misma, que ahora ha tomado la forma de efervescencia, de burbujas de aire cristalizadas dentro de la masa de vidrio, dejando un rastro de lo que una vez fueron.
Las obras también juegan con un equilibrio de “pesos” entre la naturaleza efímera, intangible del aire o los fragmentos de tela y la inmanencia tangible del vidrio. El material, de hecho, se deja tocar, aprisionando lo que de otro modo resulta inasible:
el color, el aire, el humo y la ceniza.
Un gesto innovador, nunca antes realizado en Murano, a través del cual la obra misma se convierte en emblema de una “firma espiritual”.